domingo, 19 de mayo de 2013

Infierno

Dice Alejandro Sanz, según la portada del XLSemanal de esta semana: "He estado en el infierno y no me arrepiento".

Uno de los males -importantes- de nuestro tiempo es la banalización, en concreto, la banalización del mal. Me gusta cómo canta Sanz; pero no sabe lo que dice con esa frase. Otro es que nadie parece arrepentirse nunca de nada.

Lo segundo más terrible del infierno es su duración: es infinito, es decir, no se acaba nunca, no se puede salir de él. Y desde luego, no cabe arrepentimiento.

Alejandro Sanz no ha estado en el infierno, ha estado en otro sitio -otro "estado"-, en el que lo habrá pasado muy mal; pero es como un jardín botánico comparado con el verdadero Infierno, y la comparación es infinitamente insuficiente.

Que conste que me alegro de que haya salido del "infierno".