miércoles, 29 de octubre de 2014

Bendita infancia

Ayer me preguntó un crío de once años de qué me iba a disfrazar en "jalogüín". Él, me dijo, se iba a poner una capa de demonio, otra encima de Drácula, una máscara de "escrim" y una hoz en la faltriquera para destripar a las niñas.

Un encanto.


viernes, 24 de octubre de 2014

"pixelados"

Estos pretendidos tiempos de libertad han llevado a constantes restricciones, muchas variopintas, que por carecer de un criterio común, acaban en la ridiculez.

En la foto de la página 30 del diario de hoy de mi referencia, el policía de primer plano aparece convenientemente "pixelado", con el fin de no ser reconocible por los malos -supongo-, y evitar que sufra represalias por ser de los buenos.



Pero, ¡oh, sorpresa! en la misma foto -prácticamente- aparece perfectamente identificable... ¡en la portada y a todo color!



Si fuéramos más honrados, no harían falta tantas regulaciones.

lunes, 20 de octubre de 2014

Exigim unitat

Un "colmo de los colmos": Los separatistas exigiendo unidad.

Confusión municipal

Ya me dirán ustedes si no es para estar perplejo. El candidato socialista al ayuntamiento de mi ciudad de acogida ha declarado solemnemente sus prioridades para el caso de llegar a alcalde: crear empleo y luchar por la igualdad.

Me pregunto: ¿dónde queda la ciudad?

Porque parecía que la misión de un alcalde es la mejora de su ciudad. Para el empleo y la igualdad están -y sobran- ministerios y consejerías de los gobiernos centrales y autonómicos, con toda su pléyade de organismos, entes públicos, institutos y demás parafernalia.

El principio de subsidiariedad, que pone orden en las funciones de cada cual, respeta la libertad de todos, gana en eficacia y ahorra recursos, exige que las entidades superiores no sustituyan a las inferiores; pero también que las inferiores no se arroguen funciones que no les corresponden, olvidándose de las suyas propias.

Hay presuntos alcaldes que quieren ser pequeños primeros ministros.

sábado, 11 de octubre de 2014

Estupidez creciente

Si en algo andamos sobrados, es en estupidez. No me refiero a que haya mucha gente estúpida -aunque lo parece-, sino a que las estupideces proliferan como setas.

Y no voy a decir nada sobre el ébola -me faltan manos-; ni siquiera de eso de que nuestros soldados regresan a Irak en misión de "adiestramiento y no de combate". Tampoco voy a comentar lo de la señora de Oriol, que se siente "víctima de sí misma".

No. Por una vez voy a hablar de un obispo para pedirle más rigor intelectual, si es que piensa seguir poniendo los pies fuera del tiesto para meterse en camisa de once varas.  El de Jerez, según la prensa, ha defendido su apoyo al indulto del ex Alcalde Pacheco, porque "tiene derecho a solicitar como ciudadano español que es".

Mons. Mazuelos está en su derecho de sumar su firma a la petición de indulto; pero no a confundir churras con merinas. Nadie impide al señor Pacheco su derecho a pedir el indulto -de hecho, lo ha pedido-; así que lo que en realidad suscribe el obispo es que se le conceda, cosa a la que nadie tiene derecho -es una medida de gracia-, y que, con la que está cayendo, parece poco oportuna, e incluso injusta.

Paladines de "lo público"

Lo de las tarjetas "negras" de Caja Madrid es para no parar; aunque escandalizarse a estas alturas es de fariseos. Como diría un castizo, "y lo que te rondaré, morena".

Pero, por destacar alguna chusquedad del caso, fijémonos en los derroches de, por ejemplo, Francisco Baquero. El señor Baquero era consejero de la Cueva de Alí Babá (no confundir con Alibaba, al menos todavía), por el sindicato comunista Comisiones Obreras (CCOO); egregio defensor de lo público, no digamos ya de la escuela pública.

Pues bien, don Francisco Baquero se ha distinguido estos años de Patio de Monipodio, entre otras minucias, en gastos multimilenarios en concepto de "colegios y centros de enseñanza reglada", lo que hace sospechar que su preferencia por la enseñanza pública y gratuita no alcanza al estrato personal más próximo.

¡Qué siga la fiesta!

viernes, 10 de octubre de 2014

Alta tecnología

Es curioso cómo en nuestra vida ordinaria conviven sin desdoro la más sofisticada tecnología y el diseño más vanguardista con la chapuza más increíble. Observen este pomo de puerta; más concretamente, fíjense en la estratégica ubicación de los dos tornillos. ¿Visto? Ahora imaginen qué clase de destornillador enano se necesita para atornillarlos si se sueltan... ¿Tienen alguien alguno en su casa?


Tiene mérito que haya quien consiga vender algo tan difícil de reparar incluso cuando se trata de la más elemental de las reparaciones. Y más sorprendente es que haya quien lo compre e instale. Pero ahí está, en la puerta de acceso a mi baño. Cualquier día me quedo encerrado dentro.

martes, 7 de octubre de 2014

Inflación de políticos

Todo coincide en la misma plana, las páginas 24 y 25 de mi diario de referencia. Las plagas de Egipto en versión contemporánea: plaga primera, una nube de políticos cubrirá la faz de la Tierra.

Veamos, la Justicia confirma la legalidad del decreto de incompatibilidades entre alcaldía y escaño de diputado, con lo que se consigue aumentar el número de políticos. Además, el nuevo secretario general socialista dice que va a proponer -ya veremos-, que se endurezca el régimen de incompatibilidades de los parlamentarios con otras dedicaciones profesionales: resultado previsible, mayor dependencia de los políticos de su trabajo como tales y, por consiguiente, mayor necesidad de aferrarse a la poltrona.

Y tercero, socialistas y comunistas quieren lanzar un banco público -aunque lo llamen instituto público de crédito-; más poltronas para políticos, como si la experiencia de las Cajas de Ahorro, tomadas al asalto por políticos, sindicalistas y parentelas, fuese una maravilla de gestión honrada y eficaz. Todavía recuerdo cuando prometían que iban a reducir el número de entes públicos.

Y lo peor de todo es que, con más políticos y con más dedicación de cada uno de ellos, ¡van a trabajar más!, como si quedara algún ámbito de la vida fuera de la intromisión de la "política".

Y hay gente que cree que ya ha pasado lo peor... Ilusos.