Tal y como está la educación sexual en mi atribulado país, mucho me temo que va a ser peor el remedio que la enfermedad: como echar gasolina al fuego.
Perplejidad, del latín perplexistas,-atis, irresolución, confusión, duda de lo que se debe hacer en una cosa
jueves, 19 de agosto de 2010
Bombero pirómano
viernes, 13 de agosto de 2010
El fin de la Gripe A
Algunos, pocos, se atrevieron a decirlo: es un bluf; y algún chalado llegó a advertir: hay funcionarios y empresas farmacéuticas haciéndose de oro con esto. Hasta se abrió una investigación internacional. ¿Alguien sabe cómo va ésta?
Total, que hace dos o tres día el Gobierno Mundial de La Tierra ha declarado el fin de la Gran Amenaza Aviar que sobrevolaba nuestras cabezas. Ahora tenemos que dedicar tiempo y dinero a destruir los millones de vacunas que no sirven para nada, que costaron a nuestros bolsillos muchos millones de euros.
No digo yo que no haya que ser prevenidos, que no es eso; pero después de tamaño fiasco, y tan caro, me asombra que aquí no pase nada y pelillos a la mar.
Aunque no sé de qué me asombro, a estas alturas del milenio.
jueves, 12 de agosto de 2010
Socialismo de salón
Mientras no den dinero propio o público a esas causas, son inofensivos. Lo malo, claro, es que su pose se contagia a los pudientes del tercer mundo, e incluso a los del segundo. Fernando Lugo era Obispo, por lo visto, con esto no colmaba su afán benefactor, así que decidió meterse en las movedizas arenas políticas para cambiar una parte del mundo, Paraguay en su caso, a mejor. Como falta hace, llegó a presidente, un presidente para el pueblo, alejado de las oligarquías y los militarotes que habían gobernado hasta entonces.
Pero ¡hay! Llegó un enemigo implacable, esa clase de enemigo que no sólo destroza el cuerpo, sino que también puede destrozar el alma socialista, solidaria y revolucionaria: el cáncer. ¿Por qué lo digo? Pues porque para tratarse de su cáncer linfático, D. Fernando ha cometido dos pecados capitalistas: uno, se ha ido a un hospital extranjero; dos, se ha ido a un hospital privado.
Ya no se lleva morir por la causa.
domingo, 1 de agosto de 2010
La justicia del pueblo
Veamos. Llego inmediatamente después de la Sentencia del Tribunal Constitucional (¡al fin!) sobre la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña, y me encuentro con el siguiente titular, en portada y a toda página, de ¡La Vanguardia!: ¡PROVOCACIÓN!
Pocos días después, tras la gran manifestación catalanista de Barcelona, el mismo diario titula, también en portada y a toda plana: El pueblo dicta sentencia.
Pues bueno, ahora resulta que un timorato análisis de la constitucionalidad de una ley hecho por el órgano democrático competente es una provocación. Y yo que pensaba que la existencia de tribunales de justicia -y de urnas, dicho sea de paso- era un avance de la civilización y la democracia, que superaba la justicia popular, de infausta memoria.
Anticuado que se queda un, oiga.