Perplejidad, del latín perplexistas,-atis, irresolución, confusión, duda de lo que se debe hacer en una cosa
lunes, 30 de mayo de 2005
sábado, 28 de mayo de 2005
¿Embarazos no deseados?
Parece como si les ocurriera por accidente.
Si no desean quedar embarazadas, que no hagan lo que, naturalmente, está ordenado al embarazo.
A mí no me gusta que me sangre la nariz, así que procuro no meter el dedo...
sábado, 21 de mayo de 2005
El Reino de los Cielos
El Reino de los Cielos está dentro de vosotros (Lucas XVII, 21).
No en Hollywood.
miércoles, 18 de mayo de 2005
Mi no comprenderrr
sábado, 14 de mayo de 2005
¿Nueva persecución?
LA Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) se está planteando cómo hacer para evitar que sus hijos acudan a las clases de formación del espíritu ciudadano, o como se llame esta materia “transversal”. Su portavoz ha dicho que no están dispuestos a renunciar a enseñarles lo que está bien y lo que está mal; y ha añadido algo así como que los que han organizado la asignatura que se la enseñen a sus propios hijos, y que dejen en paz a los demás. Cuento esto de oído, pero creo no traicionar en absoluto el pensamiento del portavoz de la Concapa en este asunto.
Era previsible una reacción así a partir del momento en que este Gobierno se ha mostrado beligerante y agresivo contra principios, valores y símbolos que millones de familias católicas tienen por muy importantes, no sólo para la educación de los niños, sino para su vida entera. La invasión de moralina barata y torpe que nos azota con este Gobierno no sólo es empalagosa hasta la náusea, sino que puede ser muy peligrosa, porque estos gobernantes pseudo-predicadores tienen la cabeza a componer, que dicen los castizos. Y como todavía queda gente que no quiere andar con juegos con las cosas de comer, pues se rebela y trata de escaparse de esta infección de tontería estúpida, cuando no de odio declarado a lo sagrado.
Alguien tendría que advertir a Rodríguez del riesgo que corre de convertirse en una reedición, en barato, de los perseguidores de cristianos en los primeros siglos del cristianismo. Un periódico de Cataluña amenazaba en su primera página hace unos días: “El funcionario que se niegue a celebrar bodas gays delinquirá”. Caramba. Como con lo de negarse a ofrecer incienso a los ídolos.
viernes, 13 de mayo de 2005
Ozú
¡Qué bien!
¿Se imaginan semejante unanimidad si alguien hubiera pedido que se actuase contra la ridiculización de los católicos -andaluces o no- en esas mismas series?
Yo no.
jueves, 12 de mayo de 2005
«Hablo en nombre de 700.000 mujeres de España»
Quisiera aprovechar esta oportunidad para contaros mi propia experiencia. Antes de abortar, me sentía completamente sola. Tenía miedo y no tenía a nadie a quien acudir, y la decisión que tomé no fue una elección con el tiempo necesario para pensarlo. Llamé por teléfono a la clínica abortista, ellos me dieron cita para el día siguiente, y en 24 horas había abortado a mi hijo. En lo profundo de mi ser yo no quería hacerlo, y sabía que estaba equivocándome. No me dieron ninguna información en la clínica abortista. Ningún médico o psicólogo me explicó las consecuencias del aborto. Lo que hicieron fue decirme que sería algo rápido, algo fácil..., que no duraría mucho y que en un par de horas estaría todo acabado.
Esa clínica fría, inhumana y vacía de compasión fue el comienzo de una pesadilla tremendamente larga para mí. El síndrome post-aborto es una realidad. Sufrí depresión, ansiedad y tuve problemas para dormir por la noche. Dios nos dio el privilegio de dar a luz a otro ser humano. Y las mujeres tenemos el derecho de no ser manipuladas. Queremos tener el derecho de acceder a la verdad, y el derecho a ser informadas de las secuelas del aborto y conocer todas las alternativas.
Hablo en nombre de 700.000 mujeres de España.
Esperanza Puente Moreno
«Nuestras vidas no serían lo mismo si él no estuviese»
Eutanasia: una palabra que da hasta miedo pronunciarla. Nos hemos acostumbrado a oírla y hoy más que nunca está en boca de todos.
No quiero escribir una carta cargada de sensacionalismo o fanatismo. Simplemente, pretendo plasmar la experiencia que me ha tocado vivir, aunque ni siquiera sé si servirá de algo...Tengo 21 años. Soy la séptima de 9 hermanos. Mi hermano Miguel, el segundo, hace 14 años sufrió un accidente de moto y desde entonces, se encuentra en estado vegetativo. Está en la misma situación en que estaba Terri Schiavo. La única diferencia es que mi hermano, tras mucho esfuerzo por parte de mis padres y de las enfermeras que le cuidan en casa, come por la boca.
No habla, no sabemos si es capaz de fijar la mirada, no anda..., pero vive. Sí, vive. Mi hermano es capaz de sonreír. Si le cuentas un chiste, la carcajada es tan grande que se le ilumina la cara. Si le duele algo, o está molesto, se le nota como si se estuviera quejando a gritos.
Cuando sufrió el accidente, tenía tan sólo 16 años, toda la vida por delante. Vive en casa con nosotros, y tengo que decir que nuestras vidas no serían lo mismo si él no estuviese. Aunque se encuentre en esta situación, no le deseo la muerte. Pienso que está sufriendo, pero como otras muchas personas en el mundo. Vivir es sufrir, y si él tiene que morir, tenemos que morir todos.
Miguel es el punto de unión de mi familia. Cada vez que entramos en casa, lo primero que hacemos es ir a su cuarto para darle un beso y decirle que ya hemos llegado. Todo está organizado de tal forma que nunca está solo, siempre hay alguien en casa con él, cuidándole, contándole cosas... Sus amigos del colegio, ya casados y con sus vidas hechas, vienen cada dos semanas a visitarle. Le traen a sus enanos y se los sientan en la silla de ruedas, mientras les dicen... «¡Saluda al tío Miguel!»
Ninguno de nosotros podría vivir sin él, y supongo que a la familia de Terri le pasa lo mismo, y no puedo evitar sentirme identificada con ellos. Terri, al igual que mi hermano, está viva, y privarle del alimento para que muera es un asesinato. Los bebés no pueden alimentarse por sí mismos, muchos ancianos tampoco..., ¿no merecen vivir?
¡Hasta dónde hemos tenido que llegar para querer matar y aplaudir una muerte públicamente sólo para que una persona, el marido de Terri, se beneficie de la indemnización económica que ella recibió! Creo que no estoy apelando a la moral católica o a la ética, simplemente al sentido común.
Quienes aprobáis la eutanasia, por lo menos tened la decencia de llamar a las cosas por su nombre. No digáis muerte digna cuando queréis decir «quitar un peso de encima», que las palabras tabúes están muy pasadas de moda.
Sonsoles Nocito Muñoz
ONLY WOMEN
¿No están los japoneses y las japonesas educados y educadas en la enseñanza mixta socializadora, en la tolerancia y en la solidaridad de género? ¿No se habían librado de la educación retrógrada y represiva de la Iglesia católica? ¿A qué viene entonces tanto sobeo?
Parece que tampoco los japonesitos responden al modelo rusoiano del buen salvaje. ¿Será que tienen, como todos, pecado original?
Será.
domingo, 8 de mayo de 2005
¡Pues sí que pasa, oye!
¿De qué me suena?
¡Anticostitucional, más que anticonstitucional!
Todos a ladrar el insulto de moda: ¡anticonstitucional!, porque a alguien se le ha ocurrido desempolvar la objeción de conciencia para no casar a personas del mismo sexo. Un día López Garrido (ahora en el PSOE) -al que yo tenía por más intelgente-, otro Gaspar Llamazares (Partido COMUNISTA, a estas alturas), y así otros popes dispensadores de carnet de limpieza democrática.
Pues vaya, uno que tiene hecha la carrera de Derecho por dos universidades pensaba que la objeción de conciencia venía recogida en la Constitución, en la española (art. 16,1) y en la europea, y que lo inconstitucional es el matrimonio entre personas del mismo sexo ("El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica" -art. 32,1-), como lo es el aborto ("Todos tienen derecho a la vida"... -art. 15
¡Pero de qué me sorprendo! La interpretación de la Constitución tiene sus ungidos, magos de las palabras, recreadores de la de la creación; y yo sólo soy un bilicenciado en Derecho... ¡y anticonstitucional!
Pues a ver si se entera...
martes, 3 de mayo de 2005
Pues yo no lo veo así
Me parecen un ataque a la inteligencia, a la razón, a la dignidad humana, a la familia, a la justicia, al bien común (incluido el de los homosexuales), a la naturaleza, al sentido común, a la ética y a la estética, al buen gusto y a muchas cosas más.
Pero no a la Iglesia católica.
Si yo tuviera que objetar, lo haría por mis convicciones cívicas, no por mis convicciones religiosas.
Así es como yo lo veo.
Verdad vs relativismo
Lo peor comprendido –o más tergiversado– del pensamiento de Ratzinger es su oposición al relativismo en el ámbito de la religión, no en el social o político. La admisión de la convivencia de una pluralidad de verdades en una sociedad por ello plural, en la que ninguna Verdad puede arrogarse ese carácter exclusivo y único que expresa la mayúscula, ha sido defendida por él como vacuna contra los totalitarismos de base religiosa o ideológica. Es en el ámbito religioso en el que niega, con razón, el relativismo. Dios es para cada confesión la Verdad absoluta, y quienes la profesan tienen derecho a confesarlo así sin por ello ser acusados de faltar al respeto a los creyentes de otras confesiones o a los no creyentes. Quien cree que Dios es la Verdad no ofende al ateo, de la misma manera que la increencia del ateo no ofende a la fe del creyente. Quien cree que Jesús es el Mesías no ofende al judío que lo sigue aguardando, de la misma forma que la negación judía de Jesús como Mesías no ofende a la convicción de los cristianos. Cada uno de ellos tiene derecho a creer que la razón absoluta está de su parte, sin que de ello se derive "necesariamente" –como sucedió en el pasado– despreciar, perseguir o violentar al otro.
Nada que añadir.