Pues sí, esta vez más que nunca; precisamente porque hay tanto agorero suelto, tanta crisis desbocada, tanta violencia, soberbia y egoismo, tanto por hacer, tanto que mejorar, tantas dificultades y tantos retos para los audaces.A una joven promesa española de la canción le parece machista que alguien critique su modo de vestir, más bien escaso, en el escenario, y amenaza con reducir aún más el tamaño de su falda.
A un buen puñado de lideresas de opinión les ha parecido machista la sentencia por la cual se autoriza a una clínica a exigir que sus enfermeras lleven un uniforme con falda.
Exigir falda es machista, criticar falda es machista. No hay escapatoria.
En España, en 2007, se ha pasado de los 125.000 abortos; en diez años, la tasa de embarazos entre menores se ha duplicado.
Lejos de reconocer que las campañas del preservativo tipo pónselo, póntelo, no funcionan –más bien parece que perjudican-, al ministro de Sanidad, que no tiene gran cosa que hacer con las competencias repartidas a las autonomías, le ha dado por componer cancioncillas a ritmo de hip hop.
El último top of the pops del Ministerio dice cosas como Tronco, yo no corono rollos con bombo y Con condón, yo floto pronto. Genial. Mola Mogollón.
Hasta yo me siento capaz de mejorar eso: alucina la vecina con el plástico elástico, por ejemplo.
Así nos luce el pelo, troncas y troncos.
Yo nunca lo he hecho. Necesitas toda tu percepción, todo tu sentimiento. Puedes componer colocado, pero después lo escuchas y es una mierda.A mí ya me lo parecía; pero esta es una buena prueba.
