Primero fueron las bodas por lo municipal, luego las primeras comuniones laicas, ahora los talleres de duelo, que según sus promotores, están teniendo un éxito arrollador (son gratis).
Se conoce que quitar a Dios de en medio tiene su precio, no se puede hacer así como así, hay que buscarle sucedáneos.
Puede que sea porque Dios constituya una honda necesidad del hombre…
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