Me han contado que, aprovechando mis días en el extranjero, una columnista de por aquí ha esgrimido un argumento irrefutable en defensa del aborto. Según ella, ni los pro vida nos creemos de verdad que el embrión es vida humana y el aborto un asesinato: “si yo creyera eso, estaría organizando un buen follón” habría venido a decir.
No está mal, es un buen toque de atención para los pro vida, por acomodaticios y conformistas: deberíamos estar armando una gorda.
Ahora bien, ¿cómo se compadece que le tilden a uno de ultra, extremista, fundamentalista y otras lindezas de ese tenor por oponerse al aborto, y resulte que en el fondo se sea un tibio inconsecuente?
Item más; puedo suponer que la columnista de referencia piensa que Guantánamo, por poner un poner, es un inadmisible crimen de lesa Humanidad, y, sin embargo, no me consta que esté encabezando ninguna contundente acción que porfíe por su cierre.
Los que leemos el Evangelio ya estamos avisados: “si ayuno, dicen ‘tiene demonio’, si no, aseguran ‘he aquí un hombre comedor y bebedor, amigo de publicanos y pecadores”.
Ladran, luego cabalgamos.
Gracias por la gran información! Yo no habría descubierto esto de otra manera!
ResponderEliminarDe nada.
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