martes, 13 de abril de 2010

Lech Kaczynski

Leyendo los diarios de estos días actividad que considero seriamente como purgante de mis pecados en esta vida, con vistas a llegar ligero a la otra-, uno tiene la sensación de que bastantes periodistas se han sentido aliviados por la muerte del presidente polaco Lech Kaczynski.

Entre los cargos presentados contra este dirigente ultracatólico y ultraconservador figura uno que me ha llamado la atención, teniendo en cuenta la que está cayendo: se opuso a que los homosexuales pudieran ser profesores en colegios.

Sea cierto o no, coronara o no su empeño con éxito, si tenemos en cuenta los datos científicos sobre abusos a menores, ocultos entre los cascotes del bombardeo mediático sobre el tema, que apuntan a la homosexualidad como principal culpable, me pregunto si no habría que cambiar la tipología del presunto delito del bueno de Lech, para contarlo entre sus más acertadas y previsoras intuiciones.

Pero claro, esto no se puede ni pensar. Yo no he dicho nada.

4 comentarios:

  1. Falta la cita que justifique que la homosexualidad es el principal culpable de abusos a menores.
    Sin la cita el argumento es inválido, y merece la pena cotejarla.
    Saludos.

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  2. Bien visto, gracias Antígona. Ahí va una: El Prof. Hans-Ludwig Kröber, director del Instituto de Psiquiatría Forense de la Universidad Libre de Berlín (http://www.aceprensa.com/articulos/2010/mar/23/el-celibato-no-es-la-causa-de-la-paidofilia/): “el verdadero problema de la Iglesia católica son sobre todo los sacerdotes homosexuales que no son capaces de vivir o que no quieren vivir la abstinencia sexual y que al mismo tiempo intentan disimularlo, de forma que a veces mantienen relaciones con homosexuales de sectores socialmente marginados”.

    Ten en cuenta que poca gente se atreve hoy a señalar a los homosexuales como culpables de nada, aunque los estudios que llegan a hacerse indiquen lo contrario: no es políticamente correcto y el que lo haga será cubierto de oprobio, por mucha razón que demuestre tener.

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  3. Pues no estoy de acuerdo contigo: extrapolas el problema de los curas con los de toda la sociedad.
    Según tu argumento, las violaciones a las menores de edad también son culpa de la homosexualidad...

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  4. Es que es perfectamente extrapolable; es más, si hablamos del conjunto de la sociedad la cosa es aún peor para los homosexuales. Por ejemplo, según el estudio del año 2004 del John Jay College of Criminal Justice, los sacerdotes condenados por pedofilia en 42 años fueron 54; durante el mismo período hubo 6.000 condenas a profesores de gimnasia y entrenadores. Luego, porque el celibato no tiene nada que ver (Manfred Lütz, Director del Hospital psiquiátrico de Colonia, por ejemplo). Y porque da que pensar que el 87% de las presuntas víctimas son varones.

    Antígona, no me hagas decir lo que no he dicho, las violaciones de niñas es otra guerra. Tampoco he dicho que los homosexuales sean los únicos culpables. Sólo digo que igual hay que mirar hacia el clima de permisividad e incitación sexual y a la promoción de la homosexualidad si se quiere combatir de verdad el problema de los abusos, y no sólo machacar al infame.

    Pero claro, ¿quién se atreverá a decirlo?

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