La escritora Lucía Etxebarría suele ser un filón para el comentarista perplejo, y este fin de semana ha vuelto a colmar las expectativas en un semanario cuché. Dice: "Pero el que una vez habitó en lo sagrado vive en lo sagrado para siempre. Así que, cuando me pongo fatal, me voy a la iglesia de enfrente a rezarle a la Virgen. Es un condicionamiento reflejo. No es que crea exactamente en ella, pero sí en una fuerza femenina que me puede ayudar y a la que veo en esa imagen, porque es la que me han enseñado a amar y en la que me resulta más fácil refugiarme".
Interesante reflexión, que pone de manifiesto lo tremendamente humano de la divinidad según la revelación católica. ¡Cuánto consuelo y fuerza encontraría Lucía si, además, creyera exactamente en Ella!
No hay comentarios:
Publicar un comentario