Pues se va a organizar una buena; se empieza tirando de un hilillo y se acaba deshaciendo el ovillo.
El Senado español acaba de aprobar una ley que equipara los derechos del hombre y la mujer en la herencia de los títulos nobiliarios, primer paso para la reforma de la Constitución en cuanto a la sucesión al Trono. Está bien, así se suprime la discriminación por sexo.
Pero sigue existiendo la discriminación por edad: ¿por qué hereda el/la primogénito/a y no los demás? O, ya puestos, ¿por qué hereda un hijo/a y no un ciudadano cualquiera? ¿No es esto también discriminatorio?
Para mi que hay cosas que, a lo mejor, conviene no tocarlas mucho, no vaya a ser que se rompan.
Perplejidad, del latín perplexistas,-atis, irresolución, confusión, duda de lo que se debe hacer en una cosa
miércoles, 18 de octubre de 2006
Herederos de sangre azul
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Estoy totalmente de acuerdo con tu apreciación, pero ¿no crees tu que en nuestros días parece que hay alguien empeñado en "tocar" todas las cosas posibles con el fin de que se rompa todo lo que ha funcionado hasta ahora?
ResponderEliminarSaludos
Absolutamente de acuerdo, no quería decirlo tan claro: eso es justamente lo que pasa.
ResponderEliminarPues le vamos a hacer una faena, porque tantas veces como lo intente, tantas otras que lo denunciaremos. Somos más y tenemos la razón de nuestra parte ¿verdad?
ResponderEliminarVerdad, sobre todo lo segundo.
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