lunes, 7 de mayo de 2007

Arquitectura integral

Cuando Marco Tulio Cicerón tenía siete años escribió:

"Se erige la mejor arquitectura cuando el arquitecto levanta sus templos considerando cómo aparecerán a la vista de Dios y no a la vista de los hombres. Los edificios que sólo han sido creados de acuerdo con la naturaleza de los hombres son groseros, reflejan las necesidades de su cuerpo y no las de su alma".

3 comentarios:

  1. Espero que no pienses que disfruto contradiciéndote.

    Soy consciente de que mi postura es mucho más cómoda que la tuya: simplemente leo y comento cuando algo me llama la atención de vez en cuando. Tu labor es mucho más sacrificada: buscas, escribes, razonas, expones... y te expones públicamente. Vaya por delante mi admiración hacia todos los bloggers que, como tú, nos hacen la vida más interesante y distendida despertando la perplejidad intelectual.

    Pensaba que a lo mejor había un error de traducción en la fuente utilizada para el post del treinta de abril y lo dejé pasar, pero vuelves a utilizar el mismo término: Dios.

    Considerando que Marco Tulio Cicerón falleció en el 43 antes de Cristo, y que su religión no era la cristiana, ¿no es más posible que en lugar de “Dios” utilizara el término “dios” o “dioses”?

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  2. lo dicho antes no quita ni resta valor a las citas de Marco Tulio Cicerón...

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  3. Ante todo, gracias por tus comentarios. que son muy bienvenidos; mucho peor que la contradicción es la indiferencia, al menos para un bloguero.
    En cuanto al asunto, pues puede ser perfectamente que tengas razón; mi escaso conocimiento de Cicerón me dice que era un hombre piadoso que rezaba a los dioses y diosas romanos; pero también que se sentía atraído por el que los romanos (como los griegos, recuérdese a San Pablo en Atenas) llamaban "el dios desconocido", así como por el Dios de los judíos.
    En cualquier caso, pienso que cuando Cicerón escribió las dos citas que he recogido, estaba pensando más en la esencia de Dios, más que en un dios o diosa concreto, en aquel ser trascendente necesario para dar sentido al hombre y su realidad espiritual, un ser que pienso bien merece ser escrito con mayúscula, porque, al fin y al cabo, se trata del Único Dios Verdadero, que sólo los cristianos conocemos hasta dónde se nos revela.
    Pero es sólo cómo yo lo veo, puedo estar perfectamente equivocado.
    Es un placer ejercitar las neuronas contigo.

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