martes, 19 de junio de 2007

Distintas varas de medir

Imaginemos que 200 feligreses de una parroquia o de una ciudad se dedican a decir que sí, que son católicos, pero a su manera; que en las misas comen bizcochos, que Dios a veces existe y a veces no, que de cura ya hace la "tía Felisa" y que la Biblia es opcional... y que los locales son suyos y que nadie les toque.
A la Iglesia le costaría mucho tratar con miembros díscolos así. Usaría buenas palabras, inacabables negociaciones, años de espera...
Los partidos son mucho más rápidos. El consejo político de IU de Asturias acaba de expulsar a 200 militantes del PCE, incluyendo el secretario general del Partido Comunista de Asturias, Francisco de Asís. Roberto Sánchez Ramos, también expulsado, ha sido concejal de IU en el Ayuntamiento de Oviedo durante los últimos doce años.
Parece que IU de Asturias no acepta ciertas reuniones y listas de IU de Oviedo (fomentadas por los militantes del PCE). Se han peleado por el uso de la sede, ha habido denuncias a la policía y los miembros del partido comunista han acusado a militantes de IU de agresiones físicas y verbales.

En un atestado policial recogen que incluso pegaron a un periodista: «En el acceso al interior es agredido por X. N. G. A., dándole un puñetazo en la cara y derribándole al suelo, donde unas seis o siete personas más le agreden con patadas, no siendo posible la identificación de esas personas». Vega fue ingresado el pasado domingo en la unidad de Silicosis del Hospital Central de Asturias a consecuencia de una trombosis pulmonar.
Lamentamos y condenamos esta violencia. Pero, ¿se imaginan que hubiese pasado en la "parroquia roja de Entrevías"? Portadas, televisiones, "violencia en la Iglesia", "expulsan inocentes feligreses sólo por disentir", "no son acogedores..." ¿Cómo es que no vemos apenas esto cuando sucede con políticos locales?

En Asturias aún esperan la solidadridad de Bono y Zerolo.

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