miércoles, 13 de junio de 2007

En el pecado llevan la penitencia

Parece ser que los Rolling Stones dejaron en tierra -más bien en isla- a sus fans con billete, al llevarse por la cara -no precisamente bonita- el ferry que trae y lleva a la isla de Wight. Esto sucedió tras el concierto -ya tuvieron suerte de que hubiera concierto, no sé de qué se quejan-, y los fans tuvieron que esperar hora y media al siguiente ferry.

Esto por seguir a esas momias acartonadas y patéticas. Lo tienen merecido.

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