Leo en la prensa que las autoridades chinas han decidido compensar a los damnificados por el reciente terremoto con el derecho a tener un hijo más (o sea, dos). Todo sea por mostrar un rostro abierto, solidario, compasivo, que este verano son allí las Olimpiadas…
Lo que no sé es si es obligatorio tener este segundo hijo, no vaya a ser que no tenerlo sea considerado una desafección a un régimen tan caritativo y paternal.
Dan ganas de vomitar, y más cuando aquí todos seguimos tan campantes: ¡son tan simpáticos estos chinitos…!
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