Daría para un blog ella solita, si tuviera tiempo y ganas lo haría. Se llama Plaza de la Libertad, está justo detrás de un gran edificio de oficinas de la Junta de Andalucía, al lado de Puerta Elvira, una plaza dura y despejada. Ya hablé de ella cuando, para protegerla del vandalismo, el ayuntamiento proyectó vallarla y encerrarla por las noches, toda una alegoría de la eterna tensión entre libertad y seguridad.
Meses después, al fin, la plaza ha sido vallada. Era de esperar que la Educación para la Ciudadanía hiciera innecesaria esta drástica medida; pero no. Las vallas se han alzado dejando a la plaza en libertad condicional.
Pero he aquí que alguien ha derribado la valla. Y van dos. Ahora las rejas que encierran la Plaza de la Libertad tendrán vigilancia, al menos hasta que fragüe el anclaje.
Por cierto, ¿saben de dónde procede la verja en cuestión? Sí, lo han adivinado, de una antigua cárcel.
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