sábado, 9 de abril de 2005

Posaderas inmóviles

María Escudero, parlamentaria granadina del PSOE fue de los y las diputados y diputadas que se quedaron sentados y sentadas en el Parlamento cuando se decretó un minuto de silencio en homenaje al Papa Juan Pablo II. ¿Por qué lo hizo? Contesta: "No me levanté por respeto a mi formación y a mis valores personales, asuntos que forman parte de mi vida privada y como ciudadana tengo derecho a que se respeten." Y también: "Sinceramente, es vergonzoso que haya políticos de mi provincia que utilicen las creencias privadas de las personas para crear una polémica y politizar un asunto tan íntimo y privado como la religión".
¡Vaya sorpresa! Va a resultar que estamos de acuerdo. Sólo falta que la señora Escudero y sus amigos adopten esta misma actitud cuando son los políticos católicos los que actúen en la vida pública con el mismo respeto a sus convicciones personales.
¡No nos moverán!

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