Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, es decir, que hay en marcha un Sínodo de Obispos católicos sobre la Eucaristía, algunos observadores, se han apresurado a pedir al nuevo Papa cambios en algunos asuntos sensibles: sacerdocio de casados, comunión de divorciados vueltos a casar -porque los divorciados no-vueltos -a-casar sí pueden comulgar- y de hermanos separados, etc. Le animan a tener una "actitud valiente".
Y a mí que me parece que la actitud verdaderamente valiente es la del Papa cuando se mantiene fiel a la doctrina de Cristo y al Magisterio de la Iglesia, sin cambios...
Cosas veredes...
Ni más ni menos. Otro saludo.
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