Mi admirado De Prada se atreve con todo. Ya dije que yo NO miro a la II República con orgullo, en Orgullo republicano expone alguno de los motivos que comparto, y al final se pregunta:
¿Son éstos los motivos de «orgullo y satisfacción» que nos brinda aquella etapa siniestra? Estas celebraciones mentecatas que hoy nos mantienen entretenidos, ¿no prefigurarán algo mucho más grave, cuya magnitud aún no logramos, o no nos atrevemos a atisbar?
Yo la atisbo, por eso NO me gusta.
Recomiendo a quienes babean cuando se habla de la II República (por cierto, qué curioso, los comunistas de Granada, esos amantes del evangélico proceder de compartir lo de los demás, lo celebraron con una opípara cena, en la que seguro babearon a destajo), que lean el libro "Los mitos de la Guerra Civil" de Pío Moa. Ahí aparecen retratados los protagonistas de "ese reivindicable periodo de nuestra historia reciente".
ResponderEliminarFirmado: El de la cerveza del martes.
Por supuesto que no leen, no vaya a ser que se les desmonte el mito. La realidad no puede estropearles un ideal, sobre todo cuando están tan faltos de ideales.
ResponderEliminarUna cerveza es poco, habrá que tomar otras, antes de que las prohíban...