Perplejidad, del latín perplexistas,-atis, irresolución, confusión, duda de lo que se debe hacer en una cosa
miércoles, 13 de septiembre de 2006
El Opus Dei, al descubierto
Me divierten algunas de las novelillas de misterio histórico-antropológico-religioso que pululan por quioscos y anaqueles de librerías. Al fin y al cabo, algunas de las mejores novelas de la historia giran en torno a la religión, y "La Historia Más Grande Jamás Contada", también. Lo que ya no me gusta tanto es que se abuse de las instituciones religiosas para hacer caja. En estos días he visto en los quioscos un reportaje de Canal de Historia que se vendía al módico precio de 4 o 5 euros y que anunciaba en su cubierta: "El Opus Dei, al descubierto". Miren ustedes, señores: El Opus Dei siempre ha estado al descubierto, porque no tiene nada que ocultar. Sus integrantes -algunos de los cuales son amigos míos- llevan casi 80 años luchando a pecho descubierto por la Salvación -así, con mayúsculas- de los hombres. Quien quiera descubrir el Opus Dei, que se acerque a cualquiera de sus casas, que vea lo que hacen cada día sus miembros. Al fin y al cabo, el Opus Dei es una obra de Dios, realizada por hombres, y con un hombre (o una mujer, no se me enfaden los talibanes del género), es fácil comunicarse. Mejor eso que un documental más o menos resultón nos ofrezca un panorama incompleto de la cosa.
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Incompleto, cuando no falso.
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