Hace unos días leí una entrevista al Consejero de Educación de la Junta de Andalucía, en cuyo titular se recogía una declaración en la que venía a decir que la objeción de conciencia ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía era una memez (la palabra no fue esa, pero el sentido sí).
Más adelante, el consejero se quejaba de que los padres se implican poco en la educación de sus hijos.
A ver: ¿quiere que se impliquen o no?
Porque con la objeción ante la EpC bien que se implican, y arriesgando ser aplastados por el sistema.
¿O es que sólo quiere que se impliquen para decirle lo guapo que es?
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