El Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo y Rector de la Universidad Carlos III, Gregorio Peces-Barba, se ha desprendido de la piel de cordero y se ha lanzado en tumba abierta: ¿chochea? Acusa a "sectores de la Iglesia" católica de ser "dañinos para la democracia" y de no haber "aceptado la posibilidad de un Estado laico".
Habrá que nombrarle Alto Comisionado para los Certificados de Buena Conducta Democrática y de la Correcta Interpretación de los Textos Legislativos, amén de Gran Capitoste de la Orden Laica, Archipámpano de las Repúblicas y Doctor Ilustrísimo del Humanismo Laico y la Convivencia Cívica.
Que hable de Estado Laico en unas Jornadas sobre la II República ayuda bastante a saber por dónde van los tiros, dicho en todos los sentidos, lo de los tiros. La Iglesia ha aceptado y acepta estupendamente el Estado aconfesional, que es el que establece la Constitución vigente (¿?). El que no lo acepta y, por tanto, es "dañino para la democracia" es el Ato Comisionado para la Política del Gobierno con las Víctimas del Terrorismo.
¡Dañino tú! ¿Chochea?
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