Ana María Matute es escritora, bastante conocida en mi atribulado país, por lo menos. Pues Matute acaba de descerrajar la siguiente confesión: “no estoy orgullosa de pertenecer a la especie humana”.
Es llamativamente frecuente este pesimismo entre los intelectuales descreídos, tienen una visión tan reducida del ser humano que es lógico que se desencanten, sobre todo si la muestra que toman es ellos mismos.
No puedo decir que esté orgulloso de mí mismo, la verdad; pero sí, desde luego, de pertenecer a la especie humana, además de muy contento y esperanzado con la vida que nos espera.
Pobres intelectuales descreídos.
Me suena mucho más enriquecedora e interesante su reflexión que la de la escritora.
ResponderEliminarAsí es, así sea.
ResponderEliminarBueno JC, es lo que me viene a la cabeza cada vez que leo a estos tipos taaaan inteligentes que, según ellos, no les resulta posible ser felices.
ResponderEliminarSeneka, pareces el oráculo de Delfos, ¿qué quieres decir?