Leído en un artículo hace unos días:
Lo peor comprendido –o más tergiversado– del pensamiento de Ratzinger es su oposición al relativismo en el ámbito de la religión, no en el social o político. La admisión de la convivencia de una pluralidad de verdades en una sociedad por ello plural, en la que ninguna Verdad puede arrogarse ese carácter exclusivo y único que expresa la mayúscula, ha sido defendida por él como vacuna contra los totalitarismos de base religiosa o ideológica. Es en el ámbito religioso en el que niega, con razón, el relativismo. Dios es para cada confesión la Verdad absoluta, y quienes la profesan tienen derecho a confesarlo así sin por ello ser acusados de faltar al respeto a los creyentes de otras confesiones o a los no creyentes. Quien cree que Dios es la Verdad no ofende al ateo, de la misma manera que la increencia del ateo no ofende a la fe del creyente. Quien cree que Jesús es el Mesías no ofende al judío que lo sigue aguardando, de la misma forma que la negación judía de Jesús como Mesías no ofende a la convicción de los cristianos. Cada uno de ellos tiene derecho a creer que la razón absoluta está de su parte, sin que de ello se derive "necesariamente" –como sucedió en el pasado– despreciar, perseguir o violentar al otro.
Nada que añadir.
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