Esta es la carta que acabo de enviar al director de mi diario de referencia:
Señor Director:
Estoy leyendo estos días una biografía apasionante del escritor, periodista y polemista Gilbert K. Chesterton; una de las cosas que más me llaman la atención es la amistad tan profunda que existía entre G.K.C. y el dramaturgo George Bernard Shaw, a pesar de sus tan diferentes puntos de vista y de los acalorados debates que mantenían, en los que con frecuencia tiraban a degüello.
El propio Chesterton decía que era incapaz de odiar algo que no fuera una idea.
Viene esto a cuento del despliegue de opiniones sobre el arzobispo de Granada que hizo su periódico el lunes pasado, y del sesgo de algunas de las informaciones que sobre sus actuaciones están dando los medios de comunicación locales. Con demasiada frecuencia se está maltratando a la persona en lugar de debatir o confrontar sus ideas y actuaciones con argumentos.
Me parece que tenemos que aprender mucho de los polemistas ingleses de principios del siglo XX, sobre todo que no son las ideas las dignas de respeto, sino, siempre, las personas que las sustentan.
Seguro que la han publicado, ¿no?
ResponderEliminarPues no, por lo menos que me conste.
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