El obispo de Huesca y Jaca, monseñor Jesús Sanz Montes, ha dicho que con el reciente Proyecto de Ley sobre Investigación Biomédica que impulsa el Gobierno "se pretende tomar el lugar de Dios porque se juega con la vida, decidiendo quién vive y quién no".
Habrá alguno que considere jugar a ser Dios un logro; pero en realidad es una tragedia, porque no lo somos.
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