Las 92.000 firmas de ciudadanos de a pie, conseguidas tras vencer una maraña de requisitos burocráticos, la inquina de la administración pública y la apatía del personal, proponían la creación en la comunidad autónoma de una red de apoyo a la mujer embarazada, que contribuyera a evitar que muchas gestantes se vieran inducidas a abortar por una situación de desamparo social y de falta de recursos para afrontar la maternidad.
El Parlamento andaluz RECHAZÓ la propuesta con los votos negativos de socialistas y comunistas. Lo mismo sucedió en Navarra hace unas semanas, con el voto negativo de socialistas, comunistas y nacionalistas.
Por si todavía hay quien no sabe dónde está cada uno.
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